Estábamos terminando la carrera cuando un conocido nos encargó el proyecto de su vivienda unifamiliar en un pequeño pueblo de Segovia.
Como era de esperar, nos salió un proyecto muy de escuela de arquitectura. Pensamos es una casa muy conceptual. Pesada en la planta baja, reciclando la piedra de la antigua vivienda que ocupaba el solar y muy ligera en planta primera, con un revestimiento de madera tropical. Escondimos los canalones y las bajantes para conseguir un volumen más limpio.
Tardamos meses y meses en justificar el código técnico porque la primera vez siempre cuesta más y nos volvimos bastante locos pero quedamos muy contentos con el resultado y guardamos muy bonito recuerdo del proyecto y el resultado final.